Una expedición intentará llegar hasta los restos del buque Monte Cervantes en el Canal Beagle

El buque quedó hundido en el 1930 frente a las costas de Ushuaia y un grupo de experto intentará llegar a las profundidades para obtener material fílmico.

Locales 14/07/2023 Télam
cervantes

Una expedición, integrada por un ingeniero y un grupo de estudiantes universitarios, buscará este sábado llegar hasta los restos del buque de pasajeros Monte Cervantes, hundido desde 1930 en el Canal Beagle, frente a las costas de Ushuaia.

Con buzos y robots. los expertos buscarán descender hasta donde se encuentra una parte del barco bautizado como el “Titanic argentino”, en una travesía que no tiene fines económicos, sino que persigue la exploración y documentación del patrimonio cultural de la zona.

El objetivo principal de la inmersión en las aguas heladas del Beagle es encontrar y filmar la “lámpara de navegación”, un artefacto “del tamaño de una heladera” que se utilizaba para que el barco pudiera ser divisado por otras naves en alta mar, aunque también se explorarán más restos del naufragio, según explicó Carlos Pane, el líder de la misión.

Pane es un ingeniero electrónico graduado en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) que luego de una trayectoria en empresas privadas se convirtió en investigador y docente de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (Untdf).

En ese ámbito, y como parte de un proyecto de emprendedores gestado desde el propio ámbito académico, formó junto a un grupo de sus alumnos la empresa Deepwater Engineering, dedicada a distintos proyectos de ingeniería aplicada, entre ellos algunos submarinos mediante la utilización de drones llamados ROV (Remote Operated Vehicle) según su sigla en inglés.

El grupo ya exploró en febrero de este año el naufragio del Vapor Sarmiento, un barco de carga y de pasajeros encallado frente a la Estancia Remolino, también en el Canal Beagle, desde 1912.

Ahora buscará este sábado llegar hasta donde se encuentran las cabinas del Monte Cervantes, a unos “35 o 40 metros de profundidad”, ya que el casco del barco se encuentra en otro sitio cercano, pero hundido a 140 metros.

“Tenemos todo preparado. Saldremos el sábado a la mañana desde el puerto de Ushuaia en un catamarán. La idea es llegar hasta el lugar y realizar el descenso en el término aproximado de tres horas”, contó Pane a Télam.

Los expedicionarios eligieron el mes de julio porque “es la época de menor actividad biológica en el agua y entonces la de mayor visibilidad. También porque suele haber menos viento. Todo eso compensa el hecho de que tendremos menos horas de luz solar”, detalló el ingeniero.

El referente de la expedición contó que en principio serán tres buzos expertos y seis personas que guiarán tres minisubmarinos y realizarán las tareas de georreferenciación.

La actividad también será apoyada por integrantes del Museo Marítimo de Ushuaia, la Prefectura Naval y la Armada Argentina.

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