La Legislatura de Tierra del Fuego cierra el año con uno de los peores desempeños de su historia

Con apenas tres sesiones en todo el año, la Legislatura termina 2025 como uno de los poderes del Estado con peor desempeño. La conducción de Mónica Urquiza también queda bajo escrutinio por no garantizar el funcionamiento mínimo del cuerpo.

Tierra del Fuego11/12/2025
Miniatura (2)

La Legislatura de Tierra del Fuego cierra el 2025 en medio de fuertes críticas por su bajísimo nivel de actividad, con más de 120 días sin sesiones, escasísimo trabajo en comisiones y reiteradas suspensiones que dejaron al Poder Legislativo prácticamente paralizado durante gran parte del año. La falta de funcionamiento regular recae directamente sobre la conducción del Parlamento, encabezada por la vicegobernadora Mónica Urquiza, y sobre la mayoría oficialista.

Este jueves, el legislador del MPF Pablo Villegas sintetizó la situación con crudeza en una entrevista con Radio Provincia Ushuaia. Allí confirmó que el próximo lunes “sí o sí” deberá realizarse la sesión postergada, ya que el período ordinario finaliza el 15 de diciembre y una nueva suspensión obligaría a convocar extraordinarias. Pero, más allá de las fechas, Villegas denunció un patrón político institucional deliberado.

“Ha sido un trabajo legislativo pobrísimo”
Villegas no matizó su diagnóstico: “Ha sido muy pobre, tremendamente pobre el trabajo legislativo. En más de diez años en la Legislatura, nunca trabajamos tan poco”. Aunque reconoció que todos los legisladores comparten responsabilidad, aclaró que el origen del problema está fuera del recinto: “Hay una mecánica institucional impuesta a partir de una decisión política muy clara del gobernador Melella: obturar los debates, impedir el trabajo en comisiones y bloquear las sesiones”.

El legislador afirmó que el Ejecutivo busca evitar discusiones que podrían generar costos políticos: “El gobernador cree que, impidiendo el debate legislativo, mitiga los efectos que tendría discutir ciertos temas que afectan a la sociedad”.

Comisiones paralizadas y faltazos sistemáticos
La falta de trabajo en comisiones fue uno de los puntos más críticos del año. Villegas contó que este miércoles debía realizarse la comisión Nº 6, con autoridades de la Caja Compensadora de la Policía citadas para explicar por qué más de 500 familias de policías territoriales llevan meses sin cobrar sus haberes previsionales. “Pegaron el faltazo otra vez. Es una falta de respeto y una prueba de esta decisión política de no dar explicaciones ni rendir cuentas”, denunció.

En ese sentido, el legislador enumeró cómo la Legislatura se volvió rehén de excusas cambiantes: “Ayer era supuestamente un conflicto gremial, hoy es la enfermedad de un legislador, mañana será otra cosa. Hay una mecánica institucional que nos llevó a una decadencia tremenda”. Y fue más allá: “Estamos en un embudo institucional del que es muy difícil salir. Todo se facilita porque hay una mayoría legislativa que acompaña al gobernador y permite esta situación”.

Villegas también vinculó esta parálisis con la pérdida de un rol esencial del Parlamento: “La Legislatura debe controlar al Poder Ejecutivo. ¿Cómo lo vamos a hacer si no tenemos comisiones, si los funcionarios no vienen y si no hay sesiones?” expuso.

El caso de la ley de salmoneras: “Un dictamen trucho, ilegal e inconstitucional”
Uno de los episodios que más indignación generó fue el intento del oficialismo de discutir la derogación de la Ley 1355 —que prohíbe la salmonicultura industrial— con un dictamen que Villegas calificó sin eufemismos: “Quisieron llevar el debate del ‘salmoneras sí o salmoneras no’ con un dictamen trucho, ilegal, inconstitucional, obtenido vulnerando el marco normativo vigente. Esa es la muestra más clara de esta decadencia institucional”.

Con apenas tres sesiones en todo el año, la Legislatura termina 2025 como uno de los poderes del Estado con peor desempeño. La conducción de Mónica Urquiza también queda bajo escrutinio por no garantizar el funcionamiento mínimo del cuerpo.

Villegas resumió el estado de situación con una sinceridad poco habitual: “Yo pongo la cabeza y doy explicaciones. Pero no soy yo quien debe responder por qué no se convoca a comisiones o por qué se suspenden sesiones. Eso lo deben explicar quienes toman esas decisiones”, apuntó.

El lunes, si no aparece una nueva excusa, la Legislatura finalmente sesionará. Pero difícilmente un solo encuentro pueda revertir un año marcado por la inacción, las suspensiones continuas y una decadencia institucional que quedó expuesta frente a toda la sociedad fueguina.

+
Noticias
Lo + visto en U24