Cómo hizo Pinamar para convertirse en un destino tan visitado

Tenés que saber14/09/2025

¿Qué tienen en común un arquitecto visionario, seis millones de pinos y un proyecto inmobiliario que empezó como una locura? La respuesta es Pinamar, el balneario que logró transformar dunas inhóspitas en uno de los destinos más codiciados de la costa argentina.

Planificar unas vacaciones para conocer este destino único es más fácil cuando hay micros a Pinamar que te conectan desde múltiples puntos del país hacia esta ciudad que nació de un sueño arquitectónico.

Pinamar

El arquitecto que desafió la arena

La interesantísima historia de Pinamar comenzó en 1938 cuando el arquitecto Jorge Bunge, a quien muchas veces se menciona como el primer urbanista argentino, se asoció con Valeria Guerrero para desarrollar un proyecto que muchos consideraban imposible. Bunge había estudiado en Alemania y se dice que de allá trajo el concepto de "ciudad jardín", que combinaba urbanización con respeto por el entorno natural, tanto de la playa como sus alrededores.

Su filosofía era revolucionaria para la época, en lugar de arrasar las dunas, Bunge decidió respetarlas y fijarlas. Creó un efecto paisajístico único en la costa bonaerense, aprovechando los declives naturales. Hoy en día, es uno de los principales atractivos para turistas extranjeros, ya que el paisajes de bosque de pinos combinado con el mar brinda una sensación inigualable.

Seis millones de árboles contra el viento


El gran desafío era estabilizar las dunas móviles que cambiaban constantemente por la acción del viento. Entre 1941 y 1943, la empresa Pinamar S.A. implementó métodos inéditos para la Argentina que consistía en la forestación masiva con coníferas, principalmente pinos marítimos que dieron nombre al balneario.

Así, el 14 de febrero de 1943 se inauguró oficialmente Pinamar con el Playas Hotel, un pequeño centro comercial y la infraestructura básica funcionando. El Plan Director, diseñado por el arquitecto Clorindo Testa, fue aprobado por la provincia de Buenos Aires en 1944.

El legado belga de Ostende

Pinamar no surgió de la nada, en 1908, los belgas Fernando Robette y Agustín Poli habían iniciado un ambicioso proyecto en la zona: crear una ciudad gemela a Ostende de Bélgica. Compraron tierras a Manuel Guerrero y comenzaron construcciones importantes: un muelle, el Hotel Termas (hoy Viejo Hotel Ostende) y la Rambla Sur. El proyecto belga fracasó debido a la Primera Guerra Mundial y las constantes sudestadas que sepultaron las construcciones bajo la arena.


La visión empresarial que funcionó

A diferencia de otros emprendimientos costeros, Bunge no solo pensó en urbanizar, sino que tuvo la innovadora idea de crear un destino que fuera autosustentable. La empresa Pinamar S.A. siguió desarrollando el proyecto décadas después de la fundación y siempre respetando los principios originales.

La llegada del ferrocarril fue sin dudas un momento clave, porque Bunge había previsto que la conexión ferroviaria convertiría a Pinamar en un punto estratégico para el turismo porteño. Aunque el tren cerró durante años, su reapertura confirmó la visión original del arquitecto.

El equilibrio entre desarrollo y naturaleza

Hoy la ciudad de Pinamar ha crecido como una localidad de temporada con un aumento poblacional y un desarrollo importante en los últimos años, transformándose en un destino para todo el año. Su éxito radica en haber mantenido el equilibrio original entre desarrollo urbano y preservación ambiental.

La ciudad fue pionera en Argentina prohibiendo bolsas, sorbetes y vasos plásticos. Sus balnearios fueron reformados para ser más sustentables, ganando 5.000 metros cuadrados de playa libre.

Sin dudas podemos afirmar que desde sus inicios, Pinamar demostró que es posible crear un destino turístico exitoso sin sacrificar el entorno natural. La transformación de un espacio de dunas inhóspitas en un destino vacacional codiciado por los turistas, sigue siendo un modelo de desarrollo sustentable en la costa argentina.

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