La yerba mate usada como bioaceite para reemplazar derivados del petróleo

Científicos mendocinos desarrollaron un proceso innovador que transforma la yerba usada en bioaceite, biochar y energía limpia, creando una nueva cadena productiva sustentable en Argentina.

Tenés que saber23/11/2025
mate

El consumo masivo de yerba mate genera cada año cientos de miles de toneladas de residuos que suelen terminar en basurales o en sistemas de desagüe. Sin embargo, un equipo científico de Mendoza decidió mirar ese desecho habitual desde una nueva perspectiva y descubrió un potencial inesperado: convertirlo en energía y productos de alto valor industrial.

Desde el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM-CONICET), especialistas desarrollaron un proceso capaz de transformar la yerba usada en un bioaceite que puede reemplazar insumos derivados del petróleo. Lo que parecía un residuo sin valor se posiciona ahora como una fuente renovable que podría revolucionar diversas industrias y abrir una nueva cadena productiva en el país.

Investigación mendocina que impulsa una nueva cadena productiva
El avance se basa en un proceso de pirólisis, una técnica que descompone biomasa mediante altas temperaturas sin presencia de oxígeno. Gracias a este método, los residuos de yerba mate se dividen en tres fracciones: biochar, gases aprovechables y un bioaceite rico en compuestos aromáticos derivados de la lignina, un componente clave de la planta.

Esta fracción líquida concentra el interés del proyecto, ya que puede funcionar como sustituto de productos petroquímicos utilizados en la industria química, farmacéutica, alimentaria y cosmética. Además, se trata de un proceso económicamente viable, lo que favorece su escalabilidad y su aplicación industrial.

Economía circular y energía renovable en un solo proceso
La tecnología desarrollada permite que cada parte del residuo tenga un uso productivo. El biochar puede incorporarse al suelo como fertilizante, mejorando su estructura, retención de nutrientes y capacidad para secuestrar carbono. Los gases liberados durante la pirólisis se reutilizan como energía para el propio sistema, reduciendo costos y emisiones contaminantes.

Este modelo, basado en economía circular, evita la acumulación de residuos, genera energía limpia y utiliza materia prima proveniente del consumo cotidiano de millones de hogares.

Usos sostenibles de la yerba usada y sus beneficios ambientales
La yerba mate desechada suele terminar en vertederos, donde genera gases, malos olores y sobrecarga los sistemas de gestión de residuos. Convertirla en una materia prima renovable permite reducir impactos ambientales y avanzar hacia políticas de mitigación climática.

El bioaceite obtenido puede emplearse en la elaboración de fragancias, aditivos alimentarios, productos químicos verdes, bioplásticos y otros derivados de alto valor agregado. El biochar contribuye a mejorar suelos agrícolas, aumentar la retención de agua y favorecer la captura de carbono. Incluso los gases del proceso se reutilizan, reduciendo el consumo de energía externa.

En su conjunto, esta tecnología permite cerrar el ciclo de un producto masivo como la yerba mate y transformarlo en un aliado para la sostenibilidad. Con este desarrollo, Mendoza se posiciona como referente nacional en innovación ecológica y valorización de biomasa, demostrando que los residuos cotidianos pueden convertirse en soluciones de impacto global.

Con información de Noticias Ambientales 

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