Expedición búlgara halló en la Antártida restos de un avión argentino estrellado hace 48 años

Se trata del avión de vigilancia marítima Netpune, el cual partió de Río Grande para luego desaparecer. Murieron 11 personas en el accidente aéreo.

Locales 07/02/2024
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Foto: Télam

Un equipo de investigadores búlgaros que exploraba las costas de la Isla Livingston halló restos de un avión argentino que se estrelló en ese sector antártico en septiembre de 1976, siniestro que causó la muerte de diez militares y un periodista, la mayor tragedia nacional en el continente blanco.

Los restos del avión serán entregados a autoridades argentinas el próximo 20 de febrero cuando la expedición búlgara haga escala en el puerto de Mar del Plata.

El avión de vigilancia marítima Netpune, con la matrícula 2-P-103 de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración de la Armada Argentina, había despegado de la base de Río Grande el 15 de septiembre de 1976 con la misión de efectuar un reconocimiento glaciológico a través de fotografías que le permitieran al rompehielos "General San Martín" marcar un tránsito seguro para abastecer a las bases antárticas argentinas.

Por causas que se desconocen se estrelló contra el monte Barnard, de más de 1.700 metros de altura, en un siniestro en el que murieron sus once tripulantes.

En enero de 1977 un helicóptero Bell 212 del Ejército Argentino embarcado en el rompehielos "General San Martín" desplegó en la isla un equipo de andinistas para tratar de recuperar los cuerpos, pero al querer ascender hasta el lugar del accidente, a más de mil metros de altura, se estrelló en la zona y murieron sus tres ocupantes.

Aunque el lugar del siniestro estaba identificado y aviones de la Fuerza Aérea tomaron fotografías de los restos durante este mismo verano, las autoridades del momento desistieron de montar otra operación de rescate para no poner más vidas en riesgo.

El contraalmirante de la Armada Argentina Marcelo Tarapow ejerció como Comandante Conjunto Antártico entre 2016 y 2017, es presidente de la Academia de la Antártida y fue instructor de muchos de los tripulantes del buque de investigación búlgaro, lo que le valió condecoraciones de ese país y estrechos lazos con sus estudiantes.

En diálogo con Télam, Tarapow contó que "los restos fueron hallados por los búlgaros en la playa a los pies de un glaciar que nace del monte Barnard, lo que sucedió es que el movimiento natural del hielo arrastró los restos del avión que hace 48 años se estrelló a más de mil metros de altura hasta el nivel del mar. De alguna manera se puede decir que la montaña los devolvió".

"Los búlgaros primero creyeron que eran restos del avión chileno, pero me mandaron las fotos a mí y cuando vi el sol de mayo pintado no quedaban dudas de que se trata de un avión argentino y por el lugar del hallazgo tenía que ser el Neptune", confirmó.

El marino contó que "en términos personales es una historia muy cercana porque el hijo del piloto del Neptune era compañero mío de la primaria y los dos teníamos once años cuando pasó la tragedia; logramos contactar a las familias de nueve de los once tripulantes y para todos ellos haber encontrado al menos una parte del avión después de tantos años es algo que ayuda a cerrar una parte de la historia".

"Aunque hay fotografías que muestran los restos del Neptune en el lugar en el que se estrelló en 1976 lo cierto es que pasó casi medio siglo y si estos restos aparecieron en la playa es muy factible que nada se encuentre en el mismo lugar que en aquel momento por lo que no habría hacia donde orientar una nueva expedición de búsqueda; los restos hallados van a ser desembarcados en Mar del Plata y llevados al Museo de la Aviación Naval para su identificación, seguramente después habrá una ceremonia con las familias", añadió Tarapow.

Julio Mosle-Télam

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